La crisis del ladrillo empezó afectando a lo económico de manera positiva -o al menos eso parecía en un principio-, y prosiguió con la educación, ya de manera negativísima, con todos esos excompañeros que hoy en día se dedican a apilar ladrillos -si no están tomando café en el INEM-.
Pero no voy a criticar eso, por muy reprochable que sea, si no a las recalificaciones a las que yo les pondría un 0 (chiste malo).
Aquí os dejo un enlace de como lo que antes eran estupendos verdegales -o eso supongo-, han quedado reducidos a estupendos solares, me recuerda al Pago barranco.
Por último os deseo feliz verano a todos, mucha suerte con selectividad y recordaros que el blog de CTM no debe morir ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario